Etiqueta: optimismo

Gente maravillosa

Gente maravillosa

«Gente Maravillosa» Es un programa de canal sur que descubrí en Youtube y que me pongo de vez en cuando para, como dicen ahora en redes sociales, «restaurar la fe en la humanidad».
Es un programa de cámaras ocultas en que recrean situaciones de injusticia para ver si la gente reacciona y se alza en defensa del necesitado.

Probablemente esté copiado/inspirado en «What would you do», un programa de EEUU que lleva mucho más tiempo (y del que también me he visto casi todos los capítulos que he encontrado por Youtube) y que se basa en lo mismo: ante situaciones injustas, ver si la gente se moja y ayuda a los demás.

Como dice la canción «El poder de un heroe está en su corazón…»

No hace falta acciones como la de este vídeo para ‘ser un héroe’–>

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Se puede ‘ser un héroe’ comportándose como tal ante la injusticia.

«El mundo está amenazado por las personas que permiten la maldad».
(Albert Einstein)

«Un caballero debe ser valoroso, […], su espada defiende a los desvalidos, su fuerza sostiene a los débiles, su irá aniquila al malvado.»
(código de honor película «Dragonheart»)


Programa «Gente Maravillosa» –>


Programa «What Would You Do» –>


😉
Me gusta mucho la frase que comparten Jesucristo y, ojo, Batman:

«Por sus frutos les conocereis»
«Se nos conoce por nuestros actos»

El don de ser diferente

El don de ser diferente

Estos meses ha habido muchos cambios en mi vida y mi situación laboral. Ya hablaré de lo aprendido sobre ello entre sentimientos, interior, ayuda recibida y valores descubiertos…
Hoy… os voy a contar un cuento.
También tiene que ver con mi vida y es profundo darse cuenta de ello; pero sobre todo ha ayudado a una persona muy importante para mí que está descubriendo entre flaquezas y fuerzas de Fénix el don de ser diferente.

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Por mi lucha contra la injusticia, quiero anunciar bien visible que aunque había oído una historia similar no sé cuándo, la preciosa forma en que está contado este cuento que comparto es del autor Eloy Moreno. Sacado de su blog https://www.blog.eloymoreno.com/el-cantaro-roto/ donde hay otras historias recomendables para la reflexión y la felicidad.

*/

Se titula «EL CÁNTARO ROTO«.

Tal vez alguna vez te has comparado con otros cántaros y has pensado que tú, por todo lo que no sabes hacer, todo lo que haces más lento que otros y todo lo que haces de manera diferente a otros, eras «un cántaro roto»…

 

En una pequeña aldea situada en un desierto, vivía un hombre que cada mañana traía agua desde un manantial ubicado a unos pocos kilómetros de distancia.
Colocaba dos grandes cántaros a ambos lados de una gruesa barra de madera que, a su vez, apoyaba en sus hombros. Y así, con la alegría en el cuerpo y una sonrisa en el alma, comenzaba un camino que siempre era el mismo.
Tardaba más o menos una hora en llegar hasta el manantial. Una vez allí, se sentaba un rato a descansar y después llenaba los dos cántaros para iniciar el regreso.

Aunque eran parecidos, había una diferencia importante entre ambos recipientes. Uno cumplía a la perfección su trabajo, pues mantenía toda su agua intacta durante el trayecto. En cambio, el otro, debido a una pequeña herida en uno de sus costados, iba perdiendo agua durante el regreso; tanta que, al llegar de nuevo a la aldea, había perdido la mitad de su contenido.

Este último cántaro, conforme pasaban los días, se sentía cada vez más y más triste, pues sabía que no estaba cumpliendo con su trabajo. Y aun así no entendía por qué su dueño no lo arreglaba o, directamente, lo sustituía por otro. “Quizás”, pensaba, “esté esperando el momento en que me rompa totalmente para cambiarme por uno más nuevo”.

Llegó el día en que ya no pudo aguantar más y, aprovechando, que el aguador lo abrazaba entre sus manos para llenarlo de agua, se dirigió a él:
-Me siento culpable por hacerte perder tiempo y esfuerzo. Te pido que me abandones y me cambies por otro más nuevo, pues ya ves que soy incapaz de servirte como debiera.
-¿Qué? -contestó el aguador, extrañado-. No te entiendo, ¿por qué dices que no me sirves?
-Acaso no te has dado cuenta de que estoy roto y voy perdiendo la mitad del agua durante el camino de vuelta.

El aguador, conmovido, mostró una pequeña sonrisa, la abrazó junto a su pecho y le dijo en voz baja:
-No eres mejor ni peor, simplemente eres diferente y justamente por eso te necesito.
El cántaro no entendía nada.
-Mira, vamos a hacer una cosa -le contestó el aguador-. Hoy, durante el trayecto de vuelta quiero que te fijes bien a qué lado del camino crecen flores.

 

Si todos fueramos cántaros iguales. En ese camino no habría flores.

Todos somos diferentes y gracias a esas diferencias nos complementamos para ayudarnos los unos a los otros. Un «hoy por ti mañana por mí» desinteresado.

Como añadía mi viejo profesor de matemáticas tras muchos teoremas y teorías, «Corolario» de esto:  😉

Lo mismo ocurre aplicando la metafora a los conocimientos. Unas personas y otras saben de cosas diferentes; pero haber memorizado nombres, fechas o fórmulas y demostrarlo en conversaciones, no implica ser de una especie de nivel superior. He oído decirlo a abuelillos y/o a personas sin estudios y de pueblo, como avergonzándose, que no saben nada.

Sus caminos les ha otorgado unas experiencias diferentes.  Pueden no saber por qué la electricidad puede hacer que en una pantalla salgan imágenes, pero saben decirte, sin app de smartphone, cuándo va a llover.

cantaro roto

Todos somos diferentes. De hecho no te hará bien esmerarte en querer ser «como alguien« ni «como todos«. En todo caso usa las experiencias de otros para aprender de sus errores o trata de replicar en ti alguno de los valores que veas brillar en alguien. Pero no quieras «ser ese alguien«.
Tú eres genial por ser quien eres: no por cuántos te aceptan…, no por los productos que luces… No necesitas todo eso para ser un héroe: con cada sonrisa que regalas, cada acto de entrega por pequeño que sea, estás cambiando la vida de muchas personas (la de aquella que la recibe; las de quienes, sin tu saberlo, observan con aprecio ese detalle que les hace reflexionar…; y, por supuesto, la tuya).

La Felicidad

La Felicidad

Hoy os dejo la canción «La Felicidad», del grupo «Nuevas Amistades».

Paraos a pensar si no os habeis dicho a vosotros mismos u oído a personas cercanas una o varias de estas frases

Opino, como dice la canción, que la Felicidad depende en gran medida de que nosotros optemos por ella. Decidamos ver el lado bueno de lo que tenemos y decidamos que un buen momento para ser felices es desde HOY. 😉
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Nos convencemos a nosotros mismos
de que la vida será mejor después…

Después de conseguir trabajo, después de casarnos,
después de tener un hijo, tal vez tras tener el otro.

Luego nos sentimos mal porque nuestros hijos
aún no son mayores… ¡a ver si crecen pronto!

Nos desesperamos con esos hijos
cuando son adolescentes, difíciles de tratar.

Luego, nuestra vida será completa
cuando nos vaya mejor o tomemos vacaciones,
tengamos ese coche, consigamos el ascenso,
o compremos nuestra casa o cuando nos retiremos.

Así que, ¡deja de esperar para decidir que NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA!, para ser feliz…

Deja de esperar para decidir  que NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA, para ser feliz…

LA FELICIDAD ES EL CAMINO, NO UN DESTINO, para ser feliz…

Y la felicidad…

Valora cada momento que vives, cada momento, porque lo compartiste con alguien especial, tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que EL TIEMPO NO ESPERA POR NADIE.

Así que deja de esperar hasta que acabes la Universidad,
hasta que te enamores, que te den trabajo o hasta que te cases.
Hasta que tengas hijos, que estos se vayan de casa,
hasta que te divorcies, o que adelgaces,
o hasta que llegue el ansiado fin de semana,
la primavera, el verano, el otoño o el invierno,
o hasta que te mueras.

Por eso, ¡deja de esperar para decidir  que ¡NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA! para ser feliz…

Deja de esperar para decidir  que NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA, para ser feliz…

Deja de esperar para decidir  que NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA, para ser feliz…

Deja de esperar para decidir  que NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA, para ser feliz…

La felicidad es el camino, no un destino. …para ser feliz…

La felicidad es el camino, no un destino. …para ser feliz…

La felicidad es el camino, no un destino. …para ser feliz…

La felicidad es el camino, no un destino. …para ser feliz…

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¡FELIZ NAVIDAD!

Sé feliz haciendo felices.

«África necesita misioneros»

«África necesita misioneros»

Esto lo escribí en una ocasión en un email, pero quiero dejarlo puesto aquí para todo el que quiera leerlo (o releerlo).

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El periodista ateo y experto en África Matthew Parris (que escribe en The Times desde 1988, fue diputado británico de 1979 a 1986  y en 2005 ganó el Premio Orwell de Periodismo), publicó el 27 de diciembre de 2008 un artículo que llama la atención:

“Como ateo, creo verdaderamente que África necesita a Dios“

“Los misioneros, no el dinero, son la solución al mayor problema de  África: la aplastante pasividad de la mentalidad de la gente»

Poco antes de Navidad regresé, tras 45 años de ausencia, al país que conocí de niño como Nyasaland. Hoy es Malaui. Viajé allí con una pequeña ONG británica conocida como Pump Aid, que ayuda a comunidades rurales a instalar pozos sencillos para proporcionar agua limpia, para ver su trabajo.

Este viaje, además de renovar mi fe en las organizaciones de ayuda al desarrollo, me refrescó otra creencia contra la que he intentado en vano desterrar de mi vida, que siembra la confusión en mi ideología, se niega testarudamente a encajar en mi visión del mundo y ha dejado en mal lugar mi idea de que Dios no existe.

Aunque soy un ateo convencido, tengo que reconocer la enorme contribución que el cristianismo realiza en África: totalmente distinta del mundo de las ONGs seculares, los proyectos gubernamentales y los esfuerzos de ayuda internacional. Todos los anteriores, por sí mismo, no bastan. En África, el cristianismo cambia los corazones de la gente y trae una transformación espiritual, un nuevo nacimiento y un cambio que es real.

Hace años intenté evitar confrontarme con esta verdad limitándome a aplaudir el trabajo práctico de las misiones en África. Solía razonar así: es una pena que la salvación sea parte de esta labor, porque los cristianos —blancos y negros— que trabajan en África curan a los enfermos, ayudan a la gente a leer y escribir, y únicamente los laicistas más radicales podrían ver un hospital o una escuela de una misión y decir que el mundo sería un lugar mejor sin estas instituciones.

En aquella época yo concedía que si la fe motivaba a los misioneros, muy bien; pero lo que contaba era la ayuda, no la fe. Pero me he dado cuenta de que esto no corresponde a la realidad. Teníamos amigos misioneros, y cuando yo era niño a menudo nos quedábamos con ellos en la aldea africana. En la ciudad, teníamos empleados africanos que se habían convertido y que eran unos grandes creyentes.

Los cristianos siempre eran diferentes. Su fe, lejos de haberlos achantado, parecía haberlos relajado y liberado. Eran personas que tenían una vivacidad, una curiosidad, un compromiso con el mundo y una manera directa de tratar a los demás que parecían estar ausentes en la vida tradicional africana.

Cuando tenía 24 años, un viaje largo por el continente me reafirmó en esta impresión. De Argelia a Níger, Nigeria, Camerún, República Centroafricana, Congo, Ruanda, Tanzania y Kenia. Viajé por tierra en un Land Rover con otros cuatro amigos estudiantes. Cada vez que entramos en un territorio donde había misioneros teníamos que reconocer que algo cambiaba en las caras de la gente que encontrábamos y con los que hablábamos: algo presente en sus ojos, la forma de acercarse a ti directamente, sin bajar la cabeza ni tener la mirada perdida.

Esta vez en Malaui ocurrió lo mismo. No encontré a ningún misionero. Nadie se los encuentra en los salones de los hoteles de lujo discutiendo documentos de desarrollo estratégico, como ocurre con las grandes oenegé. Sin embargo, me di cuenta de que un puñado de los miembros africanos más activos de Pump Aid confesaban, en privado, ser personas de firmes convicciones cristianas. Digo “en privado”, porque la ONG es totalmente aconfesional y nunca dicen nada sobre la religión durante su trabajo en las aldeas. Pero recogí algunas referencias sobre el cristianismo durante nuestra conversación. Uno de ellos leía un libro devocional durante el viaje en coche. Otro, los domingos iba a la iglesia para acudir a oraciones que duraban dos horas.

Encajaría mejor en mi mentalidad pensar que la honradez, diligencia y optimismo que derrochaban en su trabajo no tenía conexión con su fe personal. Pero, aunque su trabajo era secular, estaba influido por lo que eran, y su ser estaba influido por una concepción del lugar del ser humano en el universo que les ha enseñado en cristianos.

La ansiedad, el miedo a los malos espíritus… penetra profundamente toda la estructura del pensamiento africano tradicional, donde un enorme peso cae sobre el individuo, sofocando su curiosidad y haciendo que la gente no tome la iniciativa y no lleve las riendas de su vida…

El cristianismo, el de después de la reforma y de después de Lutero, con su enseñanza de un vínculo personal y directo entre el individuo y Dios, sin pasar por ninguna otra autoridad humana, rompe este marco filosófico-espiritual, y ofrece una base sobre la que apoyarse a los que quieren liberarse de la mentalidad tribal. Por eso el cristianismo libera. Los que quieren que África camine con la cabeza alta en el siglo XXI deberían pensar que los medios materiales y lo que llamamos el desarrollo, no efectuarán el cambio por sí mismos. Primero, hay que suplantar todo un sistema de creencias. Un África sin cristianismo dejará el continente a merced de la nefasta fusión entre Nike, el hechicero, el teléfono móvil y el machete“.

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Por suerte o por desgracia (‘por suerte’ por tener una pizca más de conocimiento sobre el mundo; y ‘por desgracia’ por el hecho de tener otra prueba más de aquello funciona así) conozco por amigas directas que fueron a África a colaborar, que en efecto al final una vez más fueron las monjitas y misioneros los únicos que resultaron estar guiados por verdadera entrega desinteresada.
El artículo habla casi de lo contrario: no de dinero, sino del mensaje esperanzador añadido que da el tener algo más elevado por lo que vivir; pero no quería publicar esta entrada sin añadir esta anecdota; que confirma, una vez más, que los misioneros (que poco tienen que ver con lo que ves de ‘la Iglesia’ en los medios de comunicación) son de los pocos que consiguen desterrar por completo la corrupción que trae consigo siempre el dinero o el poder.

Dame alguien para amar

Dame alguien para amar

Como digo siempre, si hay alguien que prefiere quitar la primera palabra y llamar a esto, «reflexión» en vez de «oración» para que su corazón se conmueva y él/ella se mueva. ¡adelante!
(si hablamos de amor, hablamos de lo mismo)

Señor…,

Cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida.

Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua.

Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.

Cuando sufra, dame alguien que necesite consuelo.

Cuando ‘mi cruz’ parezca pesada, déjame compartir ‘la cruz’ de otro.

Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.

Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise alguno de mis minutos.

Cuando sufra humillación, dame ocasión para eleogiar a alguien.

Cuando esté desanimada, dame alguien para darle nuevos ánimos.

Cuando quiera  que los otros me comprendan, dame alguien que necesite mi comprensión.

Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender.

Cuando piense en mí misma, vuelve mi atención hacia otra persona.

Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos, dales, a través de nuestras manos, no sólo el pan de cada día, sino también nuestro amor misericordioso, imagen del tuyo.

(Madre Teresa de Calcuta).


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Y esta mini-oración acompañaba a la de arriba donde la encontré. Es como un corolario donde nos advierte de caer en el orgullo de pensar «¡qué bueno soy!» y juzgarles: «los demás no hacen esto que yo hago; ¡qué malvados y egoistas!«.

A las obras buenas pueden venirles de la mano la alabanza y el homenaje. Dame, Señor, equilibrio para distinguir el brillo de la virtud, del barniz de la soberbia; el oro de la obra, de la bisutería del aplauso; el perfume de las buenas obras, del humo de la adulación. Amén.

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Si lo reflexionais/orais con calma, vereis que resulta que es totalmente cierto:

¿cuántas veces no os habeis serenado ante un problema cuando hay alguién más nervioso o con más miedo?

¿cuántas veces no os ha pasado el ver cómo una persona habitualmente pesimista busca ‘lados buenos‘ y optimistas para animar a alguien que lo está pasando mal en ese momento?

¿o creernos desgraciados y ser, cuando vemos con asombro la actitud de gente con problemas más gordos, cuando se nos abren los ojos?

Todo tiene lado bueno

Todo tiene lado bueno

Este mes, por lo de mi padre, va a ser de los más duros de la vida. Lo está siendo ya por la incertidumbre del cuándo, pero y lo será también cuando finalmente ocurra. Escribo esto hoy (que aún está con nosotros), para releerlo cuando no tenga fuerzas.

Aún en estos oscuros momentos, doy gracias a Dios por el don del Optimismo que tengo sin ser mérito mío.

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El tema de la entrada de hoy llevaba tiempo rondando por mi cabeza; pero.., claro.., todo es muy ‘bonito‘ (poco creíble) cuando quien habla de ser «optimista» es alguien a quien ‘todo le va bien’. Creo que ahora, a punto de perder a un padre, puede ser más fácil conectar con mis sentimientos y creer lo que quiero transmitir.

Siempre he creído y aún creo que, en esta vida, todo,
o tiene ‘lado bueno’,  o de ello se puede aprender algo.

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Como ya dije en la entrada «¿Tú cómo ves la vida?«, todo depende de la forma de ver un mismo suceso. Siempre ante cualquier situación, por mala que sea, hay dos formas de ver las cosas:

  • ver lo malo (todo lo que pudo haber pasado para mejorar la situación pero no pasó)
  • o ver lo bueno (las cosas positivas que sí pasaron; es decir: las que, dentro de lo malo de la situación, eran menos dolorosas que *otras posibilidades* que también podían pasar).

*OJO: no me refiero a *otras posibilidades* del estilo de «¡Bueno!Podía haber venido un terremoto terrible que nos matase a todos y ¡qué bien!, no ha pasado». ¡No!. Me refiero a *otras posibilidades* realistas, factibles e incluso probables que, por suerte, no pasaron (dentro de una situación dada).

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Por si está quedando muy ambiguo daré un ejemplo real de cómo me estoy esforzando por ver yo mi situación: En mi caso, ante la muerte de un ser querido… Dentro de la situación «un ser querido muere«, podía ocurrir de forma fulminante por sorpresa (con el dolor de las cosas que se quedaron por decir), y podía haberse alargado su sufrimiento (y el consiguiente nuestro) muchísimo tiempo estando así de encamado como está ahora; pero parece ser que va a ser un término medio.

¿Que este ‘lado bueno’ es poco ‘bueno’? puede ser. Pero ahí está la cosa: ante lo peor que se te ocurra, siempre puedes encontrar algun ‘lado bueno’. Unos serán más buenos y agradables y otros más pequeños y/o más dificiles de ver. Dependerá, logicamente, de lo grave de la situación. Y lo que sí es seguro, es la segunda parte: al margen de si ves o no  o crees que existe o no  el ‘lado bueno’, lo que es seguro es que de todo se puede aprender algo:

Igual que de los errores propios se aprende, también de los de otros se puede aprender.

Igual que «al caer aprendes a levantarte», cuando se cae otro te puede avisar sobre qué fue lo que le hizo caer para que tú *no cometas el mismo error*.

*Otro asunto es lo de que «el hombre puede tropezar dos veces en la misma piedra». Osea que aunque te lo avisen (y te eviten caer una primera vez en esa piedra), eso no te libra de volver a caer en ella.

Sin embargo sí habrá otras ‘piedras’ que sólo necesites que alguien cercano caiga para, tú, salir escarmentado y no caer en ellas (vease: Fulanito [ser querido] murió en accidente de coche por no usar cinturón de seguridad asíque estoy más sensible ante ese tema y me lo pongo. Menganito [ser querido] murió de cáncer encontrado demasiado tarde por no hacer caso a unos análisis con un parámetro que avisaba del peligro, asíque si yo veo cualquier cambio en ese parámetro me asustaré desde antes e iré al médico a tiempo).

Y esto que uno puede aprender de cualquier situación no solo pasa por buscar los errores para no cometerlos; sino que, por ejemplo, algo evidente que se aprende ante cualquier pérdida es a valorar más la vida.

(No sólo valorar el regalo de «estar vivo»; sino también a valorar y disfrutar de todas las ‘pequeñas’ cosas de la vida que antes nos pasaban desapercibidas)

— Quizá es una oportunidad…

— Quizá es una oportunidad…

He comenzado el 2012 con buen pie…

No…, pero no lo digo con el significado de la ‘frase hecha’; sino que lo único que tenía bien de todo el cuerpo era el pie. jeje. 😉
Tras un día 1 totalmente sano cuidando a mi novia, que andaba enferma como su madre y su abuela el día anterior, he tenido una noche de nauseas y vómitos, un día 2 de 39 de fiebre y sudores, un día 3 de diarrea y dolor de barriga, y hoy, 4, malestar general y dieta blanda…

Gracias a Dios, justo durante ese día 1 que estuve sano, consolando a mi novia le había narrado este dialogo de la película «Sigo como Dios» («Evan Almighty») en el que Morgan Freeman, en el papel de Dios, mantenía esta conversación con la mujer del protagonista, que estaba triste y desesperanzada porque su marido había dejado su trabajo por seguir a Dios; y ella y sus hijos, dándole por loco le habían dejado a él…

¿Por qué he dicho «gracias a dios»? Porque fue por haber recordado para ella este fragmento, por lo que matuve mucho más ánimo durante los momentos que más jodido débil estaba. 😉

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—  Perdone, ¿se encuentra bien?

— Sí.  …  …bueno, no.  Es una larga historia.

— Me encantan las historias. Yo me considero un narrador en cierto modo.

— Mi marido….  ¿ha oido hablar del Noe de Nueva York?

— ¿El del arca de madera?

— Ese.

— Me encanta esa historia:  Noe y el Arca. Hay muchos que se confunden y creen que fue todo cólera e ira de Dios. Les encanta cuando Dios se enfada.

— Pues las historia del Arca… entonces… ¿de qué trata?

— Creo que es una historia de amor. Habla de creer en los demas. Los animales aparecieron en pareja, codo con codo. Igual que Noe y su familia.

— Pero mi marido afirma que Dios le dijo que lo hiciera. ¿Qué puedo hacer?

— Quizá es una oportunidad…

Le haré una pregunta: si alguien pide paciencia,
¿cree que Dios le da paciencia?
¿o le ofrece la oportunidad de ser paciente?

Si le pide valor,
¿cree que Dios le da valor?
¿o le ofrece la oportunidad de ser valiente?

Si alguien reza para que su familia se mantenga unida,
¿cree que Dios les infundiría sentimientos de cariño y ternura?
¿o les daría la oportunidad de quererse mucho?

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En mi caso, lo que mantuvo mi ánimo alto fue esta forma de ver las cosas.
Siempre todo depende de tu forma de ver la vida.

Por ejemplo, una enfermedad aguda como ésta, puede ser una oportunidad de valorar mucho más cada día de salud.

Como se suele decir: «Sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena» o «No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes«.

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Una enfermedad (propia o de un ser querido) y, en general, cualquier desdicha, COMO MÍNIMO puede servirnos de ‘toque de atención’ para empezar a valorar más lo que tenemos, disfrutar más de la vida y las personas que nos quieren ¡y también regalar más sonrisas! pues nunca se sabe quién la puede necesitar justo en esos momentos y va a ser para él una luz entre las sombras de la soledad.

terremoto y tsunami Japón 2011

terremoto y tsunami Japón 2011

Esta oración llego a mí el año pasado. Era de una chica joven que rezaba por la gente de Haití tras la catástrofe.

Aunque estaba ‘dedicada’ a la gente que había sufrido aquel terremoto (enero de 2010), es perfecta para hacernos reflexionar ante lo que hoy están viviendo/sufriendo en Japón: tras un terremoto de ¡8.9 grados!, el terrible tsunami que anegó casi todo; y, tras ello, la radiación en Fukushima con el consiguiente miedo e incertidumbre…

 

Después de vivir estos dias totalmente conmoncionada,
de ver y volver a ver las imagenes
y llorar una y mil veces….
Me he sentido totalmente inútil, totalmente paralizada.
He rezado mucho preguntándome
¿Por qué Dios les ha puesto a ellos allí y a mí aquí?
Esta pregunta me ha machacado durante mucho tiempo.

Al final
la conclusión es que se espera mucho de mí,
mucho de cada uno de nosotros

así que me niego a paralizarme,
a dejarme invadir por el desánimo,
quiero reaccionar…

Pido a Dios por todos los afectados,
que puedan sentirle cerca en su dolor,
pero también pido por mí,
que a veces me adormezco en mi vida «cómoda»,
le pido que me de el don de tener los ojos bien abiertos y el corazón sensible,
que no deje nunca de hacer mío el dolor de los demás,
que sea valiente para dar,
que no olvide que Dios me ha puesto aquí,
me ha regalado mi vida para algo…

 

Al igual que por los que sufren hambre y/o enfermedades en África, por la gente de Japón que está a más de 10 mil kilómetros, tampoco podemos hacer mucho más desde aquí que ayudar enviando un sms, una donación o una oración…

Sin embargo, dado que muchas veces cuesta ver el lado bueno de las cosas del día a día,  podemos, en momentos así, por contraste con esa otra gente, darnos cuenta de todo lo bueno que tenemos en nuestra vida. Y aprender a apreciarlo más. Y, al sabernos afortunados, aprender también a tener más empatía y preocupación por los problemas de la gente de nuestro entorno; a la que sí podemos ayudar y consolar.

Hoy toca ser feliz

Hoy toca ser feliz

Cuando me puede el desánimo.., muchas veces, al escuchar esta canción, vuelvo a encontrar las fuerzas…

Cuando un sueño se te muera
o entre en coma una ilusión,
no lo entierres ni lo llores, resucítalo.

Y jamás des por perdida
la partida, cree en ti.
y aunque duelan, las heridas curarán.

Hoy el día ha venido a buscarte
y la vida huele a besos de jazmín.
La mañana esta recién bañada,
el Sol la ha traído a invitarte a vivir.

Y verás que tú puedes volar,
y que todo lo consigues.
Y verás que no existe el dolor.
Hoy te toca ser feliz.

Si las lágrimas te nublan
la vista o el corazón,
haz un transvase de agua
al miedo escúpelo.

Y si crees que en el olvido
se anestesia un mal de amor,
no hay peor remedio que la soledad.

Deja entrar en tu alma una brisa
que avente las dudas y alivie tu mal.
Que la pena se muera de risa.
Cuando un sueño se muere
es porque se ha hecho real.

Y verás que tú puedes volar
y que todo lo consigues.
Y verás que no existe el dolor.
Hoy te toca ser feliz.

Las estrellas en el cielo
son como migas de pan
que nos dejan nuestros sueños
para encontrar el camino
,

y no perdernos
hacia la Tierra de Oz,
donde habita la ilusión.

Y verás que tú puedes volar,
y que tu cuerpo es el viento,
porque hoy tú vas a sonreír,

hoy te toca ser feliz.


(«Hoy toca ser feliz» – Gaia II, Mägo de Oz)

¿tú cómo ves la vida?

¿tú cómo ves la vida?

–  –  Opción 1 –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –

Estoy durmiendo placidamente…

Suena el despertador. ¡Buf! ¡Cómo odio su repetitiva melodía!

Lo primero que se me pasa por la cabeza es «Jo, otro aburrido día más que tengo que ir a currar…»

Me incorporo con los ojos todavía cerrados. ¡Qué frío!— Me envuelvo en la manta. —¡podían dejar puesta la calefacción por la noche!

Abro los ojos. ¡Qué bajón! ¡Es tan temprano que aún no ha salido el sol; las farolas siguen encendidas!

Con esfuerzo me pongo por fin de pié.  ¿Dónde está mi pantalón?el que dejé aquí ayer? Seguro que mis padres lo han echado a lavar… Mira que les dije anoche bien claro que me lo iba a poner hoy…

Tengo que elegir entre los otros pero ninguno me convence… ¡es que esos eran mis favoritos!

Al final me pongo otros vaqueros que no me quedan tan bien…

Cuando voy a la cocina para desayunar, para colmo, descubró que no me han dejado nada de la tarta de la cena…

Me como desganado unas insípidas galletas integrales, me lavo los dientes, cojo el abrigo y me dispongo a afrontar otro rutinario día que no pinta nada bien…

–  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –  –

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+ + Opción 2 + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + +

Estoy durmiendo plácidamente…

Suena el despertador. Si lo escucho, aunque su sonido signifique que se me acabó el descanso, es que puedo oir. Hay mucha gente sorda… ¡Nunca me había fijado en eso!

¡Jo, ahora me toca ir a currar! pero bueno oye, lo cierto es que es un regalo aunque me cueste admitirlo. Hay gente en mi país que no encuentra trabajo o que no puede permitirse pagar la universidad. ¡Y en los países del ‘tercer mundo’ ya ni te cuento! mm.. lo cierto es que debería valorar esto más… =·/  =·\

Me incorporo con los ojos todavía cerrados. ¡Qué frío!— Me envuelvo en la manta. Siento el tacto y el calor que me proporciona. Pienso en los que duermen en la calle cada día. Después me viene a la cabeza lo sencillo que me ha sido cogerla y subirmela a los hombros. Mucha gente no puede valerse por si misma y no me había dado cuenta de lo importante que es algo tan simple como poder erguirse por mi mismo…

Abro los ojos. La calle tiene aún las farolas encendidas… puedo verla. Es precioso poder ver. No me imagino lo horrible que tiene que ser perder la vista habiendola tenido en algún momento…

Me pongo por fin de pié.  Fugazmente pasa por mi cabeza de nuevo el recuerdo de paralíticos y enfermos que nunca hubieran podido haerlo…
¡Vaya!¿Dónde está mi pantalón?el que dejé aquí ayer? Seguro que mis padres lo han echado a lavar… Mira que les dije anoche bien claro que me lo iba a poner hoy… Bueno, errar es humano…, además encima de que ponen ellos la lavadora…
Gracias Dios, por ellos, conozco mucha gente que ya los ha perdido. Sé que es ley de vida… pero les quiero.

Al final, tras elegir entre varios, me pongo otros vaqueros. Nunca me había parado a pensar que he tenido que elegir porque tengo todo lo que necesito y además me sobra para poder preocuparme de qué me pongo hoy. Gracias por la vida que me ha tocado. Tengo todo lo que necesito y todavía me quejo… es que soy……

Cuando voy a la cocina descubro que no me han dejado nada de la tarta. ¡Podían haberla compartido! pero bueno, también es cierto que si han llegado antes es porque se levantan antes que yo. Para ir cada día a trabajar para que yo tenga qué comer. Por ejemplo esa misma tarta…

Me como las galletas pensando de nuevo en lo afortunado que soy por tener comida de sobra en la mesa. Otras familias más pobres, cuando se acaba el plato que comparten entre varios, ya no tienen más alimento en todo el día.

Me lavo los dientes, cojo el abrigo y me dispongo a comenzar otro nuevo día con la sonrisa sincera dispuesta a animar a los que hayan tenido menos suerte que yo en esta vida.

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