¿Por qué Dios permite el mal?

¿Por qué Dios permite el mal?

La respuesta que espera oir quien hace esta pregunta estando triste o furioso con Él tras un suceso desagradable es que, si ha pasado esto así, sólo puede ser porque, si existe, no es tan bueno ni le importa nuestro sufrimiento o, si no, sencillamente no existe.

Con esta entrada no quiero probar la existencia de Dios; sino razonar con lógica que las catástrofes naturales, las atrocidades humanas y las enfermedades no pueden ser prueba de que Dios sea malo o que no exista.
Es perfectamente compatible su existencia y bondad con su no-intromisión.

El don más valioso que tiene la persona (a parte de la vida en sí) es el libre albedrío; la libertad para escoger sus actos; para escoger hacer el bien o hacer el mal.

Cuando preguntamos indignados por qué Dios ha permitido un determinado suceso suele ser porque desearíamos que no hubiera ocurrido; pero…
¿qué hubieras hecho tú de estar en Su lugar?

Si estás pensando desde ya en responder «Evitar, con mi omnipotencia, que ocurra, por supuesto», quizás deberías meditarlo un poco más y responder de nuevo después de leer esto:

Pongamos que eres Dios: igual que un padre que deja marchar a sus hijos para que vivan su propia vida y cometan sus propios errores, regalaste a los hombres su libertad para que pudieran VIVIR por sí mismos. Precisamente porque les quieres, les permites vivir sus propias vidas a pesar de dolor que te producen algunas de sus acciones contra los demás, contra sí mismos y contra el mundo que les diste como hogar.

Ahora te pregunto de nuevo:
¿qué harías ahora que eres Dios?
¿Detener las guerras?
¿Cómo?
Cuando un soldado vaya a disparar a otro, ¿qué harías? ¿Encasquillar su arma? ¿Y si después ataca con un cuchillo? ¿Detener físicamente su brazo?
Seríamos marionetas atadas de pies y manos. ¿Dónde estaría nuestra libertad?
Sería como ser personajes de un videojuego. Controlados constantemente.

Algo parecido ocurre con las enfermedades y las catástrofes naturales:
Vivimos en un mundo gobernado por leyes físicas y de causa-consecuencia. Vienen con el mismo ‘pack’ que el aire y la temperatura que permitió el surgimiento de la vida y que nos permite ahora vivirla. 😉
No podemos pretender que Dios cure todas las enfermedades o que evite toda muerte en un terremoto o acto terrorista.

Las enfermedades y su evolución dependen de infinidad de factores biológicos (genética, hábitos alimenticios, actividades realizadas causantes del contagio o infección…); los atentados y asesinatos son, tristemente, también muestra de la libertad del hombre; y los terremotos, volcanes y demás, forman parte de los procesos geológicos del planeta…: no se pueden detener sin más sin alterar el perfecto equilibrio reinante en la Tierra.

Así que a la pregunta de «¿Por qué Dios permite el mal?», creo tener la respuesta:
porque si no lo permitiese, ¿dónde quedaría nuestra libertad?

Si prohibimos toda maldad, cuando dos hermanos fueran a insultarse, las palabras se silenciarían en sus bocas; cuando un hombre tomase tanta droga como para morir por sobredosis, esta no tendría ningún efecto; y cuando una mujer robase tanto dinero como para pagar la operación que salvaría la vida de su hijo… ¡vaya! ¿qué haríamos que suceda entonces? ¿la detenemos para evitar el mal al legítimo propietario? ¿sanamos sin más a su hijo para evitarla llegar a esa situación?, para no ser injustos con quienes también están sufriendo enfermedades similares, ¿los sanamos a todos?

Supongo que ves por donde voy.. Una vez que te inmiscuyes y «haces trampas«, aún cuando lo hagas para hacer bien a alguien, estás, sea por injusticia para otros o, directamente, por consecuencia directa o indirecta de tu acción, haciendo a la vez, mal.

Además, no sabemos lo que nos depara el futuro. Como decían en TimeCop, «<< Por mucho que deseemos que esos horribles sucesos no hubieran ocurrido, el hecho es que ocurrieron. Y hoy somos lo que somos, gracias a ellos. Nuestra ira, nuestra compasión, nuestra conciencia, nuestros conocimientos. Si alterasemos la historia para impedir que ocurrieran, cambiaría todo: Lo malo Y LO BUENO. >>«.
A lo mejor las cosas no pasan por casualidad.

Cuando creas que todo va mal y te ves atrapado en un cuarto oscuro y sin salida, piensa que cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana. (¿qué pasa?–> que la ventana a veces está muy alta y pasas tiempo hasta conseguir alcanzarla y salir de esa oscuridad).

2 respuestas a «¿Por qué Dios permite el mal?»

  1. Estando de acuerdo con tu reflexión, me parece un tema más complejo y en el que un simple razonamiento no basta. Más que nada porque creo que todos pecamos de dar gracias a Dios por las cosas buenas (Gracias Dios!!) pero las cosas malas… «no, eso no es de Dios». Yo creo que hay que tener cuidado y que el libre albedrío interviene tanto en lo bueno como en lo malo. Pero entonces surge la otra cuestión… ¿Dios no interviene NADA en la vida del hombre? Yo creo que ese es el paso en el que cada cual tiene que darse su respuesta y me temo que no es una respuesta para nada que se deba dar con la razón… es tarea de cada uno ir descubriéndola poco a poco y en este caso la razón no vale.

    1. Mm… Una vez más tu comentario me abre un poco más los ojos…
      Por eso me gusta tener aunque sólo sea un lector en vez de ser un simple diario-cuadernito de reflexiones. 🙂

      Aunque primero respondo a la primera parte..:
      Lo del razonamiento.., aún pareciendo que decimos lo mismo, yo lo que quería probar era solamente «un sentido de la demostración» (el que haya dado algo de matemáticas sabrá a qué me refiero): lo que decía que quería «demostrar» es que «porque pasen cosas malas no podemos asegurar que Dios sea malo o desee nuestro mal»; pero no pretendía demostrar (en positivo) que «Dios no desea nuestro mal ni que lo bueno sea obra suya pero lo malo no».

      Sin embargo, con lo que se me han abierto los ojos figuradamente y la boca literalmente es con que, siguiendo la línea de lo que iba argumentando, es verdad que, si nos tomamos al pie de la letra lo de darnos libertad, entonces estaríamos diciendo, efectivamente, que Dios no interviene en nuestras vidas…

      Pues como bien dices.., en eso nadie puede dar una respuesta objetiva.
      Así que, amigos lectores, no busqueis aquí (ni en ninguna parte) para temas de Fe, respuestas fáciles teóricas, sabiduría concentrada ni entendimiento e iluminación en capsulas… 😉

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