Trenes para el cielo

Trenes para el cielo

El 11 de Marzo de 2004, 200 viajeros cogieron, sin saberlo, los trenes con destino al Cielo…

Hace ya 6 años… y, al pensar en ello, se me sigue erizando la piel, recorriendome un escalofrío idéntico, y aún tengo que contener esas lágrimas mezcla de rabia, impotencia, asombro e imcomprensión que humedecen mis ojos sin llegar a brotar…

(Autor:  José Córdoba, el «Chivi». Canción: «Trenes para el cielo»)

Lo que se memoriza puede olvidarse, lo que se siente y emociona, no.

Una de las cosas que distingue al ser humano es la búsqueda del «¿POR QUÉ?» de las cosas. La curiosidad por el mundo que le rodea. Imaginad esta situación: un gato pequeño y un un niño pequeño están sentados en el suelo. Entonces, desde un lado, les tiramos rodando un ovillo de lana y una pelota respectivamente. El gato, encantado, saltará sobre el ovillo según viene; el niño, sin embargo, asombrado, primero mirará intrigado de dónde ha salido esa pelota: POR QUÉ ha aparecido (aunque luego igualmente se ponga a jugar).

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Puedo entender perfectamente (aunque, evidentemente, no lo comparta), un asesinato, un ajuste de cuentas por odio, venganza, dinero… pero ¿CÓMO ALGUIEN PUEDE LLEGAR A HACER ALGO COMO EL 11-M?  :_·(

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<< Por mucho que deseemos que esos horribles sucesos (Hitler, bombas en restaurantes, rascacielos…) no hubieran ocurrido, el hecho es que ocurrieron.
Y hoy somos lo que somos, gracias a ellos.
Nuestra ira, nuestra compasión, nuestra conciencia, nuestros conocimientos.
Si alterasemos la historia para impedir que ocurrieran, cambiaría todo: Lo malo Y LO BUENO. >>

(«TimeCop 2, la decisión de Berlín»)

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