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La Navidad eres tú

La Navidad eres tú

Un año más pasaron la Nochebuena y el día de Navidad. Teniendo a tus seres queridos en mente dijiste «adiós» a 2013, y afrontas la ‘aventura’ del nuevo año que empieza. Y ahora que se acerca el día de ‘Reyes’, con él se acerca también el final de esta época de Navidad en que la gente (o «mucha gente») recuerda y demuestra lo que es la bondad, la alegría y la esperanza.

Sin embargo ‘La Navidad’ no tiene por qué ser un momento con principio y final que termine cuando pasemos la página del calendario.

Navidad

La Navidad eres Tú, cuando decides nacer de nuevo, cada día.

El árbol de Navidad eres Tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida.

Los adornos de Navidad eres Tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida.

La campana de Navidad eres Tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.

Eres también Luz de Navidad cuando iluminas con tu vida el camino de los demás, con bondad, paciencia, alegría y generosidad.

Los ángeles de Navidad eres Tú, cuando cantas al mundo un mensaje de Paz, de Justicia y de Amor.

La Estrella de Navidad eres Tú, cuando conduces a alguien al encuentro con El Amor.

Eres también los Reyes Magos cuando das lo mejor que tienes, sin importar a quien.

La vela de Navidad eres Tú, cuando decides iluminar con tu forma de vivir.

La música de Navidad eres Tú, cuando conquistas la armonía dentro de ti.

El regalo de Navidad eres Tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.

La tarjeta de Navidad eres Tú, cuando la bondad esta escrita en tus manos.

La felicitación de Navidad eres Tú, cuando perdonas y restableces la Paz aún cuando sufres.

La cena de Navidad eres Tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.

¡Feliz Navidad!

Sé feliz, sé «Navidad» para los demás, y ¡haz felices!

Deja que brille tu luz

Deja que brille tu luz

De este breve cuento que os pongo, sólo recordaba la moraleja; así que lo redacto made-in-YO tan hermoso como soy capaz, para que resulte más ameno y sentido y llegue a más corazones…

(Las palabras que uno oye o lee se acaban olvidando, los sentimientos, no)

Aquella era una noche muy oscura: era luna nueva. En el pueblo no se veía ya ninguna luz: en las casas ya no ardían las lumbres y, por la calle que yo recorría, tampoco lucían los faroles. Al torcer una esquina (siguiendo a tientas la pared y tanteando a cada paso la siguiente zona de suelo que me tocaba pisar), distinguí una figura unos metros más alante que llevaba la misma ruta que yo. Pude distinguirle porque en su mano brillaba una vela.(os sorprendería lo que llega a alumbrar una vela cuando la oscuridad es completa..). Ahora que podía ver algo más y no temía romperme la crisma con cualquier grieta del suelo, aproveché y avancé más rápido un buen tramo de camino trotando hasta él.(debió de oírme, porque creo que redujo su paso).

Cuando llegué a donde estaba y vi su cara a la luz de la vela, quedé sorprendido: era Tomás, el ciego del pueblo!!

—Pero.. Tomás…¿?  ¿Por qué llevás una vela? Si…  :·S    No la ves, no? —(pregunté timidamente)

— No. Yo no puedo verla… Tampoco lo necesito…  Por lo que he oído, esta noche no está encendido ningún farol y está oscuro… pero yo llevo recorriendo estas calles en mi oscuridad toda mi vida. Me conozco cada curva y cada piedra…  Pero siempre hay alguien que necesita una luz que seguir. Nunca sabes cuándo tu luz puede servir para que alguien pueda continuar su marcha con algo más de confianza y ánimo.

 

=·)

La moraleja es bien bonita:  Deja que brille tu luz.

Cada sonrisa, cada buena acción, cada simple gesto amable… aún cuando os suponga un esfuerzo de algún tipo.., puede hacer algo más feliz a alguién que en ese momento necesitaba ese detalle más que cualquier otra cosa. aunque vosotros ni lo sospecharais.

«Una sola llama de una vela  puede quebrar la oscuridad de toda una habitación.»

«Una sonrisa no le cuesta nada a quien la entrega, y sin embargo puede enriquecer enormemente al que la recibe»