Perder la vida para «ganarse la vida»

Perder la vida para «ganarse la vida»

trabajar hasta estar perdiendo la vida para ganarse la vida

Trabajar, para ganarse la vida…
¿Pero por qué esa vida que se «gana» la tiene que desperdiciar trabajando tanto para «ganarse la vida»?

Es invisible  y delgada la línea que hay entre lo sensato de la importancia de tener un trabajo y la sinrazón de que mantener ese trabajo esté consumiendo tu vida, tu tiempo, tus relaciones y tu sonrisa.

Cuando tenga más tiempo

Ahora no. Supongo que lo haré cuando tenga más tiempo…

También es invisible y hay que encontrarla la línea que separa «una semana atareada» o «un mes malo que exige muchas horas extra», de un trabajo que consume tu vida y hace que a casi cualquier pregunta relacionada con proyectos ilusionantes o planes, tu respuesta tenga que ser «tal vez cuando tenga más tiempo» (pensando en años de distancia).

Reflexiones Dalai Lama sobre el hombre occidental.
Lo que más me sorprende del hombre occidental

es que pierden la salud para ganar dinero,

después pierden el dinero para recuperar la salud.

Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan el presente;

por lo que no viven ni el presente ni el futuro.

Y viven como si no tuviesen que morir nunca…

y mueren como si nunca hubieran vivido.
.

 

Sólo tienes una vida y de ti depende qué hacer con el tiempo que se te ha dado.

 

Como decía la canción que os dejaba en este ‘post’..:

Nos convencemos a nosotros mismos
de que la vida será mejor después…

Después de conseguir trabajo, después de casarnos,
después de tener un hijo, tal vez tras tener el otro.

[…]

escandalosamente rico o escandalosamente feliz

Por supuesto no confundir esto que aquí presento de «tener cuidado con la posición que, en tu escala de valores, otorgas al trabajo independientemente de que te haga desgraciado», con un despreocupado «Carpe Diem» («aprovecha el momento»), haz el loco escudandote en tu Libertad, y apuntate sin pensar en nadie a la llamada generación «Ni ni» («ni estudian ni trabajan»).

Entre otras cosas porque esto de «no dejes que tu trabajo absorba tu vida y tu alegría» tal vez no sea nada fácil según la situación de cada uno. Y por descontado el dinero es necesario para comprar comida, alimento y bienestar.

Sólo quiero dejar claro para aquellos que me lean ahora o en el futuro dos cosas ante la situación de un trabajo gris que se alarga en infinitas horas extras y en el que o no estás a gusto o, lo que es peor, estás totalmente a disgusto:

  • Por negro que lo veas, no te cierres la puerta a plantearte una salida. (Eso no significa que con hijos e hipoteca te despidas del trabajo sin preaviso; pero sí «no te cierres a plantearte salir de ahí»). Plantearse las cosas no significa que luego las hagas; pero tanto en esa situación como en cualquiera de tu vida, te aseguro que te ayudará mucho la forma de pensar «No opino igual, pero ‘dejo la puerta abierta’ a que pueda ser verdad» («y me asomaré por la rendija para ver si cruzo dicha puerta»). 😉

 


 

Y una última cosa que me parece muy importante en relación con esto:

¿ Te suena el refrán «El tiempo es oro» ?

  • Está la forma de interpretarlo más filosófica que he presentando hasta ahora: «el tiempo de tu vida, como es finito, es valioso»

Pero quiero mostrarte una interpretación que sería bueno tener en cuenta a la hora de valorar este tipo de reflexiones:

  • «El tiempo es oro» porque «tu tiempo vale dinero: cambias tiempo por dinero». En la vida estás permanentemente cambiando tiempo por dinero y dinero por tiempo.
    Como esta reflexión también tiene ‘chicha’, le dedicaré le he  dedicado una entrada propia.
    Pero el avance-resumen es que también en esto hay una línea oculta que tienes que decidir tú dónde colocas: la línea que separa hasta cuánto tiempo de vida estás dispuesto a sacrificar para conseguir dinero.
    No te vaya a pasar lo que decía el Dalai Lama y la viñeta de la lápida: de que cuando quieras usar ese dinero, ya sea tarde. 😉

 

Una respuesta a «Perder la vida para «ganarse la vida»»

  1. Excelente, pero seguro que hoy se quejan de la cuarentena y todos desean volver. Se olvidaron que eso no les gustaba y en vez de aprovechar el momento bisagra para rediseñar al sistema, no, prefieren volver a la tortura

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